La noche de este miércoles siete de septiembre de 2022, el Estadio Olímpico Universitario recibió un partido más de la fecha trece del torneo Apertura 2022 de la Liga MX, en el que los Pumas de la UNAM hicieron lo que se esperaba y golearon al peor equipo del torneo, los Gallos de Querétaro, con un marcador de 4-1.
Juan Dinenno celebra su gol 3-1 de Pumas durante el partido Pumas UNAM vs Queretaro, correspondiente a la Jornada 13 del Torneo Apertura 2022 de la Liga BBVA MX en el Estadio Olimpico Universitario, el 07 de Septiembre de 2022.
Y otra vez, desde el principio, se vio una actitud diferente desde la banca, Andrés Lillini volvió a hacer cambios en la alineación titular, esta vez en favor del regreso de Higor Meritao, quien estuvo ausente por lesión, siendo cubierto correctamente por el colombiano José Caicedo.
El inicio del juego no pudo ser mejor en funcionamiento para los Pumas, sin embargo, durante todo este análisis, no debemos olvidar que estuvimos enfrentando al colero de la temporada, al equipo con el, posiblemente, peor talento y que por lo tanto, juega en consecuencia.
Los universitarios fueron al frente desde el silbatazo, liderados por quienes tienen calidad. Daniel Alves, envalentonado por la sublime actuación que tuvo en el partido del sábado pasado contra el Atlas, encabezó la ofensiva de los Pumas en medio campo, acompañado por Eduardo Salvio, y César Huerta por las bandas. El brasileño puso al menos dos pases claros de gol, que, naturalmente, fueron desperdiciados por Gustavo Del Prete.
La delantera de inicio también fue inédita, con Del Prete y Diogo móviles en toda el último cuarto de cancha, y con la libertad de tomar una de las bandas, o salir a recibir de espaldas.
Lo del “Tuti” sigue siendo preocupante, pero ya no es sorprendente. El ex “10” de Estudiantes de la Plata ha sido, por mucho, el peor fichaje de los Pumas para esta temporada. Y él lo sabe y se le nota. Se ve la desesperación con la que toca el balón, con la que intenta y no logra, con la que mira, impotente, todos los balones que es incapaz de controlar o servir correctamente.
Algo parecido a lo que suele ocurrir con Juan Ignacio Dinenno, de quien muchos hablamos que le hacia falta un descanso, tanto mental como físico. Y funcionó.
Dinenno comió banca durante un primer tiempo en el que Pumas dominó por completo, hasta que Eduardo Salvio anotó un gol desde fuera del área, luego fue a celebrar haciendo “fusión” con Gustavo Del Prete, y ahí fue cuando todo se vino abajo. Meritao salió por lesión y entró Caicedo a poner orden en la contención. El equipo local se echó para atrás y el Querétaro se embraveció.
Cómo es consecuente, y como no hay partido en el que las laterales de Pumas no sufran, se perdió el balón a medio campo, Pablo Barrera sacó un centro que “el Chispa” Velarde no pudo encontrar, y el cabezazo queretano le dobló la mano a Julio González, para que el partido se fuera empatado al medio tiempo.
Parecía que veríamos otra vez la misma historia, pero el ingreso del “Comandante” por un abucheado Del Prete, cambió todo. No sin sufrimiento, pues en un gran pase filtrado que dejó solo a Dinenno frente al arquero, el argentino definió pegado al poste izquierdo, pero ya con la bandera del línea levantada. El festejo se interrumpió por algunos minutos, pero el VAR confirmó que Juan Ignacio había arrancado en una posición legítima, y así volvió a explotar en júbilo.
Poco a poco se fueron sacudiendo la presión, y a partir de ahí, todo fue un baile local. Fue una lástima que la afición haya respondido como corresponde a las malas actuaciones del equipo y que la entrada en el estadio haya sido tristísima, pues por un momento, se vivió el regreso de las noches mágicas de CU, con los Pumas volcados al frente, ilusionando y goleando.
Dani Alves volvió a aparecer como el crack mundial que es, y después de una floritura, puso un centro a la cabeza de Dinenno para el doblete de nuestro “9”. El gol de Jorge Ruvalcaba solo fue la cereza en el pastel, ya que el muchacho quiso demostrarnos que está totalmente recuperado de su lesión y listo para retomar el protagonismo perdido.
Al Grito De Goya 